Nosotras 

Quiénes somos

Somos cuatro mujeres que venimos de campos bien distintos. Nos juntamos porque a todas nos da bronca que siempre que preguntamos el nombre de científicos nos responden nombres de varón, y casi siempre extranjeros. Queremos construir un imaginario de mundos posibles en los que las mujeres podamos proyectarnos haciendo ciencia.

Las cuatro confluimos en este proyecto que nos permite unir algunas de nuestras pasiones: la ciencia, la comunicación, el feminismo y la lucha por una sociedad más diversa, plural y justa, con igualdad real de oportunidades. Por eso creamos este proyecto.

Julieta Elffman

Valeria Edelsztein 

Carolina Hadad 

Julieta Alcain


Nuestros posicionamientos

Nuestro grupo de Whatsapp es una catarata constante de reflexiones y debates sobre... bueno, ¡sobre todo! Hasta hemos olvidado compromisos por debatir apasionadamente cómo transmitir de la mejor manera posible nuestras dudas, nuestros interrogantes y nuestras contradicciones. Es más: las discusiones nos han hecho postergar o repensar decisiones tan fundamentales como el nombre del proyecto o incluso nuestro logo. Aprendemos muchísimo de las posturas y opiniones de las otras. Y nos atreveríamos a decir que es nuestra parte favorita del proyecto.

No siempre coincidimos, pero sí lo hacemos en lo esencial: queremos reconocer el trabajo de las mujeres que hicieron y hacen ciencia y tecnología en la Argentina. Los relatos que escribimos nos inspiran, nos enseñan y nos ayudan a imaginar otros mundos posibles. Para hacer este recorte debatimos largo y tendido sobre qué universos queríamos retratar. En esta sección, queremos compartir con ustedes algunos de los principios que guiaron la elección. 

Momentos históricos

Los relatos de este libro abarcan más de 160 años de historia argentina. Hubo momentos de despegue de la ciencia en el país y momentos de desfinanciamiento y crisis, a la vez que gobiernos que invirtieron y funcionarios que mandaron a lavar los platos. Y durante todo este período, en la Argentina y a nivel mundial, abundaron los derechos conquistados por los movimientos feministas: derechos políticos, acceso a la educación universitaria y, más recientemente, la Ley de Identidad de Género y la de Interrupción Voluntaria del Embarazo. 

En este contexto, algunas de las científicas que seleccionamos se quedaron, otras eligieron irse, otras debieron exiliarse, algunas volvieron y algunas eligieron nuestro país para convertirlo en su casa. Decidimos contar, en estas páginas, esas historias de militancia, de lucha, historias de ciencia con compromiso social y político, pero también de sueños frustrados, exilios, despidos y dificultades.

Disciplinas

Este libro contiene historias de científicas sociales, psicólogas, arquitectas, matemáticas, químicas, biólogas y mucho más. Quisimos mostrar que hacer ciencia no es solamente trabajar en un laboratorio mezclando tubos de ensayo con líquidos coloreados. Contamos historias de trabajo con la comunidad, de exploración en lugares recónditos e investigaciones que nacen desde la vivencia propia; de científicas que proponen teorías y científicas que corroboran sus hipótesis empíricamente. También elegimos hablar de personas que dejaron su carrera científica o que la comenzaron luego de dedicarse a otras tareas. 

Argentina, país federal

Quisimos, con nuestra selección, mostrar que hay científicas investigando a lo largo y a lo ancho del país: desde Jujuy hasta la Antártida y desde la Cordillera de los Andes hasta las Islas Malvinas. Hablamos de la falta de oportunidades locales que fuerzan mudanzas a las grandes ciudades, y también de algunas científicas que dejaron Buenos Aires para radicarse en otras provincias. 

Nos costó, en las historias de las pioneras, balancear geográficamente la selección: nos resultó más fácil en épocas recientes que en el pasado, cuando los centros universitarios estaban muchísimo más concentrados en las grandes ciudades del país. Creemos que eso habla de la falta de oportunidades y, también, de la falta de registros históricos accesibles. Aunque hubo algunos avances en descentralización y hoy, gracias a las tecnologías, tenemos más voces sumando historias, todavía queda mucho por recorrer en la federalización y descentralización de la ciencia y la educación en la Argentina. 

“De acá” se hace, no se nace

Debatimos bastante sobre qué es “ser de acá”. Para nosotras, no se trata de una cuestión de papeles, sino de un compromiso con nuestro país y las temáticas que son importantes para nuestro pueblo. En el libro encontrarán mujeres que nacieron en otras latitudes y eligieron estas tierras para estudiar, investigar y/o trabajar, y también historias de mujeres que nacieron aquí y decidieron, por distintos motivos, irse.

Representación

Entendemos el feminismo desde una mirada interseccional, y por eso buscamos explícitamente que hubiera en nuestra selección mujeres trans, personas no binarias y personas racializadas. Buscamos mucho para poder hacerlo pero, aun así, sabemos que es poco y que eso responde a una exclusión sistémica: estudiar en la universidad es un privilegio, y dedicarse a la ciencia también. 

Por eso, no es casualidad que ciertos colectivos estén poco representados en este libro: las personas que integran estas comunidades muchas veces no acceden a ciertos espacios, son excluidas de ellos o no tienen visibilidad. Nos hubiera gustado que el libro tuviera mucha más diversidad y nos duele que la mayoría de las historias sean de personas blancas de Buenos Aires, pero nos parece que eso, también, evidencia la realidad en que vivimos. Este es nuestro aporte para ayudar a hacer más visibles esas historias.

El lenguaje construye realidades (y también es político) 

A lo largo de nuestro libro elegimos usar lenguaje no sexista, visibilizador e inclusivo. Enfatizamos la palabra nuestro: nos parecía una hipocresía usar el masculino como representante universal cuando, justamente, estamos hablando de géneros y diversidades, por lo que solo los dejamos en citas textuales para respetar la voz y la función testimonial. Si se nos escapó alguna excepción, culpamos a los años de patriarcado sobre nuestras cabezas. 

A, E, O, X, estrella, flecha

Sabemos que nuestro nombre, Científicas, con A, es una falencia: usar el término “mujer” o pronombres femeninos como plurales genéricos no es inclusivo con las personas que se identifican, por ejemplo, como lesbianas, travestis o trans ni con las personas no binarias que utilizan pronombres masculinos o neutros. Dado que este libro incluye un listado específico de personas, a todas ellas les preguntamos si les parecía bien que usáramos estos términos cuando estuviéramos hablando en general. En la historia de SaSa Testa explicamos en detalle por qué y cómo lo incluimos a él. 

Intentamos utilizar otros nombres que dieran cuenta de estas discusiones, pero las alternativas que exploramos no nos convencían. Hicimos algunas pruebas y, si nos presentábamos como científiques o científicxs, la mayoría de las personas entendía que el libro contendría historias de varones. En el logo inicialmente pusimos una estrella, pero todas las personas a las que consultamos leían “científicos”.

Finalmente, decidimos presentarnos usando el femenino en las redes y jugar con esa problemática letra A en nuestro logo. Mientras pensábamos cómo resolverlo, una de nuestras hijas nos ayudó inventando una letra nueva, una suerte de flecha de GPS que, si bien no resuelve todas nuestras discusiones, al menos pone sobre la mesa el intento. Y, sobre el mapa, a las Científicas de Acá.

Trabajo colaborativo

Nosotras somos cuatro mujeres cis blancas de Buenos Aires y, como todes, tenemos nuestros sesgos. Creemos que para deconstruirnos es necesario leer, escuchar y aprender de y con otres. Por eso, entre otras cuestiones, es que creamos un equipo de asesoras que leyeran nuestras historias y las comentaran (aunque el equipo tiene dos varones, es en su enorme mayoría femenino, y por eso elegimos nombrarlo así). 

El equipo está compuesto por personas cuyo trabajo admiramos por muchísimos motivos. Empezamos esta manera de trabajar como una prueba y estamos encantadas con el resultado. 

Les agradecemos muy especialmente sus comentarios y aportes a:

▶ Nadia Luna (periodista científica, integrante de la Red Especie) 

▶ Consuelo López (Chicas en Tecnología)

▶ Anna Torres y Constanza Verón (Wikimedia Argentina) 

▶ Victoria Cano Colazo (RAGCyT)

▶ Mariana Silvestro (Las de Sistemas)

▶ Daniela Madanes (MyDAII) 

▶ Daniela Ruiz 

▶ Maia Buligovich

▶ Colectivo Ciencia sin Machismo (Mujeres del CENPAT)

▶ Carlos Borches (Programa de Historia de la FCEyN, UBA)

▶ Nicolás Camargo Lescano (periodista científico, Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM)

▶ Susana Gallardo (periodista científica, directora de la Especialización en Comunicación Pública de la Ciencia, UBA)

Devolver a la comunidad

La pandemia incrementó las inequidades sociales de nuestro país. Por eso, donaremos un 10% de todas las ventas de este libro a determinadas organizaciones que trabajan por la comunidad, como una forma de devolver aquello que recibamos. 

Recorte arbitrario, pero nuestro

Con todos estos criterios hicimos la selección de las historias que nos interesaba contar. ¿Puede mejorarse esta selección? ¡Claro que sí! Por eso, en nuestra web, está disponible el listado completo, público y colaborativo de científicas. 

¿Se puede no estar de acuerdo con los criterios que tuvimos o proponer otros? ¡Por supuesto! La discusión está abierta permanentemente y nuestra comunidad debate este y muchos otros temas junto con nosotras en la sección #CientíficasDiscute en Twitter. 

¡La visibilización de las Científicas de Acá la hacemos entre todes!